Una alimentación sana y equilibrada es uno de nuestros pilares como empresa proveedora de frutas y verduras. Nos presentamos al “Premio Empresa y Sostenibilidad” porque estamos convencidos de que nuestras cocinas solidarias “El Puchero” en Valencia realizan una importante contribución a la justicia social y al derecho humano a una alimentación suficiente (ODS2 Cero Hambre). A través del premio, se nos abre la posibilidad de ganar en visibilidad y, por tanto, llegar a más colaboradores que quieran unirse al proyecto. Esto es de gran importancia para nosotros ya que, como consecuencia de la pandemia, hemos notado un aumento en la necesidad del servicio ofrecido.
La cocina solidaria «El Puchero» se fundó en 2013 en Valencia por iniciativa de Stephan Rötzer, fundador y propietario del Grupo SanLucar. Durante la crisis inmobiliaria en España, Stephan se dio cuenta que había mucha gente por la calle buscando comida. Su visión era devolver a la sociedad valenciana parte de lo que ésta le había aportado a él, y decidió crear El Puchero, para ayudar a reducir el número de familias que no tenían suficiente comida y colaborar para reintegrarlas en el ámbito empresarial en Valencia. En abril de 2018 se abrió la segunda cocina solidaria. Ambas cocinas solidarias se gestionan en colaboración con la Asociación Coordinadora Solidaria de los Estibadores del Puerto de Valencia.
Así, ofrecemos en Valencia un servicio gratuito de comida nutritiva, atención social y formación complementaria. El Puchero empezó con 50 usuarios y hoy contribuye a las necesidades básicas de alimentación de más de 500 personas en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión. Los usuarios recogen la comida ya preparada y lista para consumir en sus casas. Así pueden mantener una rutina normal en familia y no son estigmatizados por comer en un comedor social. Proporcionando un menú diario que consiste en un plato principal caliente y fruta, además de otros productos adicionales, El Puchero garantiza a las familias el poder cubrir sus necesidades alimentarias de forma equilibrada. Trabajamos con muchos donantes de alimentos habituales como Consum, Arroz la Fallera, Pollos Planes, Platos Tradicionales, Congelados PCS, Huevos GUILLEN o panaderías locales, contribuyendo, al mismo tiempo, a reducir el desperdicio de alimentos.
Los usuarios vienen derivados de otras entidades sociales con las que trabajamos en red, y son seleccionados según criterios económicos, por ejemplo, la ausencia de ingresos o la insuficiencia de los mismos para cubrir las necesidades básicas (lo justifican presentando los recibos de luz, agua, gas, etc.). Junto con nuestros trabajadores sociales revisamos cada caso y priorizamos familias con menores.
Pero no sólo ofrecemos una alimentación sana y equilibrada a los más vulnerables, sino que también les ayudamos a gestionar sus vidas cotidianas. Por ejemplo, también pueden asistir a talleres de nutrición saludable y de educación sexual o apuntarse a cursos para la solicitud de empleo, dándoles las herramientas que necesitan para una rápida y fluida reincorporación laboral y transición a la vida independiente. Además, proporcionamos material escolar básico a los niños de las familias al comienzo del nuevo año académico y ofrecemos apoyo escolar para aquellos que sufren por la enseñanza virtual.
Además, proporcionamos material escolar básico para los niños de las familias al comienzo del nuevo año académico y ofrecemos apoyo escolar
El Puchero, como proyecto, forma parte de nuestro compromiso local en Valencia y del objetivo adicional de fortalecer las alianzas para lograr los objetivos del desarrollo sostenible (ODS). El Puchero aporta al ODS 2 y ODS 17.
El concepto de la cocina solidaria se podría replicar en varias comunidades. Nuestra idea es juntar varias empresas para multiplicar los esfuerzos y poder llegar a mucha más gente en toda España. Ahora, más que nunca, las personas y familias en riesgo de pobreza necesitan nuestra ayuda. Y esto lo hemos visto reflejado en el aumento de usuarios desde el inicio de la pandemia en 2020. Con este aumento, también ha incrementado la necesidad de donaciones. Pero últimamente, por desgracia, éstas incluso se han reducido, por lo que cada vez hay que comprar más alimentos para cubrir las necesidades de nuestros usuarios.
Por eso, al ganar el Premio de Levante y Sabadell, esperamos generar más conciencia y conseguir que más empresas y particulares hagan donaciones. Y quién sabe… ¿quizás haya incluso la oportunidad de abrir un tercer local?
Pensamos que juntos podríamos hacer mucho más y cambiar las vidas de la gente que más lo necesita y que están luchando por una vida mejor.